Muchos emprendedores publican constantemente en redes sociales esperando que eso se traduzca en ventas… pero los resultados no llegan. La frustración aparece, y empiezan las dudas: “¿Será que mi negocio no funciona?”
En realidad, el problema no es el producto o servicio, sino la falta de una estrategia digital que convierta atención en acción.
Señales comunes:
Hay likes y comentarios, pero nadie compra.
Las personas preguntan por precio, pero no vuelven.
El perfil de Instagram o Facebook no tiene una estructura clara.
No existe un sistema que lleve al cliente de la curiosidad a la decisión.
Lo que suele faltar:
Una página web que guíe al visitante y facilite la conversión.
Un embudo claro entre redes, WhatsApp y venta.
Automatización para atender consultas sin perder tiempo.
Contenido estratégico que conecte, no solo que decore.
ener presencia en redes es importante. Pero tener un sistema digital que trabaje por ti, es lo que marca la diferencia entre mostrarte… y vender.